TEOLOGIA MORAL I
Existen las verdades absolutas: hasta la premisa "no existen verdades absolutas" es imposible (enuncia una verdad absoluta y se autodestruye, etc... henos "atrapados" en la coherencia total de la Creación, hasta en nuestro lenguaje). A lo que íbamos: las verdades absolutas implican imperativos morales absolutos que pivotan, exactamente, en torno a esas verdades absolutas. Hacia la verdad absoluta: bien. En sentido contrario: mal.
COSMOLOGÍA II
(Reductionem per iocum -R.P.I.-)
–La ciencia ha desterrado la magia y la religión, que amparaban la ignorancia de nuestros antiguos: la Ciencia nos ha dado las respuestas.
–Pero no "todas" las respuestas. De hecho, ni siquiera nos ha dicho de qué está hecha la materia. Ni siquiera eso. Lo mejor de la Ciencia es el vértigo que nos provoca asomarnos a la perfección con la que se mueve el universo hasta en sus más mínimos detalles.
–Pero yo...yo creo...o sea, el azar...es decir, el mono...
–Cállate, pringao.
TEOLOGÍA IV
¿Existe el infierno? Si: sufrimiento y desesperación sin límites. Allí alzas la voz para suplicar a Dios. Pero Él ya no está ahí para ti: Dios ya no volverá a escucharte jamás.
COSMOLOGIA I
¿Hay vida en otros planetas? Si, la hay. Es una simple cuestión de probabilidades: tomando, por un lado, el dato de número de planetas en el Universo (trillones de trillones) y, por otro, el de elementos químicos existentes, la posibilidad de que se den circunstancias propicias para que haya vida en otros mundos es sensible. No son seres intelectual, cultural o espiritualmente superiores a los hombres: digamos que hay infinidad de animales y plantas extraterrestres esperando ahí fuera a ser descubiertos. Algunos increíbles y misteriosos. Pero todos se encuadran, como mucho, en el rango del mundo animal. El Hombre es el centro y la cúspide del Universo material.
TEOLOGIA III
Si Dios existiese nos lo revelaría todo de Sí mismo. No lo ha hecho, luego no existe.
Dios YA NOS HA REVELADO TODO acerca de SÍ mismo. Si yo explico aquí lo que es una mesa ("una tabla con cuatro patas hecha normalmente de madera...", en la mente de quienes lo leen, se dibuja vagamente una mesa: pero es solo eso: una imagen, limitada e imperfecta, provocada por un ser limitado e imperfecto: yo). Pero Dios, al revelarse a sí mismo ("El Verbo") es más que una simple imagen: es la esencia perfecta de Sí mismo. Sin mucho riesgo de herejía podemos intuir así a la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Dios se revela a Sí mismo y su revelación es absolutamente perfecta; La Revelación de Dios ES Dios.
TEOLOGÍA II
¿Existe Dios? A esta pregunta se puede responder sólo SI o NO, lo que nos muestra que estamos ante una verdad no evidente (aunque sea necesaria, a poco que se profundice). Sin embargo, la pregunta ¿Hay alguna posibilidad de que Dios exista? es devastadora: si la respuesta es sí, la primera pregunta toma una importancia definitiva para el Hombre. Y nadie puede afirmar que "no hay ninguna posibilidad de que Dios exista".
ÉTICA I
¿Por qué hay dolor en el mundo? ¿Por qué sufren los inocentes? El dolor no es el mal, pero el mal es una de las causas del dolor. El dolor va unido al mal, como un síntoma. Ahora bien, el mal no tiene entidad de razón: no "es"; de hecho, es "ausencia de..." (de Bien, lógicamente). Igualmente, el dolor -físico, moral, psíquico- no "es": más bien es "ausencia de..." (normalmente del Trascendental "Unum"). Pero la ausencia de efectos de una cosa no es suficiente para entender la existencia de otra cosa. De la misma manera, no puede colegirse -de manera racional- que Dios no exista porque haya dolor en el mundo. (P. Ej.: enfermedades), ni que el dolor sea un obstáculo insalvable para que el Hombre sea feliz.
TEOLOGÍA I (Reductionem per iocum -R.P.I.-)
¿De dónde venimos? Del azar. Absolutamente nada de nada, sin ningún motivo, surgió de la nada; y de repente, en ningún momento, explotó ("¡pum!") y se formó el Universo; materia, espacio, energía, y tiempo. Y aquí estamos. Así de fácil. Lo sabemos gracias al conocimiento científico, tan fiable, tan diferente de la religión o la Fe, que nos hablan de un Dios todopoderoso, difícil de explicar e imposible de creer, en confrontación con la lógica y evidente precisión de la primera hipótesis